¿De verdad es tan difícil hacer un buen anuncio de cava? Joder, es una botella, chiquita, doradita, mona, no una solterona de 500 kilos a la que hay que encontrarle marido. La empresa tiene pasta para aburrir, con lo que se puede (y le vale la pena) pagar un anuncio que ni una película de Bruckheimer, oiga. España (y el extranjero, que agencias de publicidad hay hasta en la Cochinchina) tiene creativos que pueden hacer anuncios mejores que el de este año con las manos atadas. No ho entinc. Ese look de Grace Kelly venida a menos (00,39) que le hace unos hombros que ni un jugador de rugby, o cuando levanta los brazos, allá en la lontananza, leeeejos, y parece que va a lanzar un strikeahivalabolapueeeeeeees, (00,45) Y lo peor: cuando se encuentran. Aparte de que el feeling diría yo que no llega ni a los 0º (Kelvin), ese baile. Señores, ese NO baile. Ese cargamiento olímpico de fardo inmóvil que de tan ridículo me recuerda al baile entre Carlos Larrañaga y Tota Alba en "El extraño viaje". Pofavó. Accionistas de Fluixenet, una de dos: o son ustedes unos horteras de collons, o su asesor/a de marketing la chupa divinamente. En cualquier caso, por favor, busquen ayuda especializada. Y pronto.