31.3.06

Hierro dulce

Cuando se estudian enterramientos protohistóricos, es muy común que las armas que forman parte del ajuar funerario sean de pega. Sí. Son de hierro dulce. Nada de buen bronce ni aleaciones para endurecerlo. Son puramente simbólicas, un golpe seco o una presión moderada los hacen trizas, de hecho en algunas zonas del Mediterráneo se doblaban exprofeso como parte del ritual de inhumación o cremación. Además, la observación más leve permite distinguirlas. Por eso, si alguien me llama "mujer/chica de acero", me callo y sigo andando, si no es capaz de ver que soy del más simple hierro dulce, es que no vale la pena explicárselo.

24.3.06

Gacela, ¿¿¿DÓNDE DEMONIOS TE HAS METIDO???

(editado)

Gacelita bonita, pochola de mis entretelas, descansa tooooodo lo que quieras, yo con saber que estás bien me conformo. Un abrazo, xiqueta. (no quiero decirte que te voy a echar de menos para no presionarte, pero pensarlo lo pienso, es mi opinión y yo la comparto, bih!)

18.3.06

Profesor Franz de Copenhague

Creo que debería haber un buzón estatal donde enviar las ideas que se nos ocurren para arreglar problemas cotidianos. Una idea es cubrir los techos de las habitaciones de hospital de papel electrónico, para poder contemplar lo que te apetezca sin tener que estar doblando el cuello o jodiéndote el brazo del gotero, y podría venir con "¿Dónde está Wally?", "Mortadelo y Filemón", el Kamasutra, todas las temporadas de "Friends"... Otra idea sería que las papeleras urbanas tuvieran varios alveolos, para echar separadamente papel, plástico y residuos orgánicos. Tampoco estaría mal que hubiera máquinas dispensadoras de condones en todas las escuelas. Y también se podrían digitalizaran los manuales básicos de cada curso desde Primaria hasta la Universidad y enviarlos a cada alumno por correo electrónico nada más formalizarse la matrícula... Etc.

16.3.06

Olivier sólo hay uno, chato.

ODIO a Ralph Fiennes. Y sé que es un actor pluscuamperfecto, que está para encerrarse con él una semana en un hotel y que encima pasa de los mass media hasta el culo. Pero es que ha conseguido que toda su familia sea famosa, y no puedo con su hermano, no no y no. Cada vez que veo a Joseph Fiennes en la pantalla con los ojos hiperabiertos y la boca mohína se me va el alma a los pies. Es como si quisiera llevar a rajatabla las indicaciones de cualquier director, en vez de interiorizarlas y crear un personaje vivo, en "El mercader de Venecia" estaba tan rematadamente mal que daban ganas de sacarlo a patadas del escenario. La única vez que me ha gustado cómo lo hizo fue en "Enemigo a las puertas", quizás Annaud estaba demasiado ocupado con que Jude Law no saliera excesivamente apuesto para decirle nada. Y no creo que sea por los muchos años en la Shakespeare Royal Company (por cierto, me pregunto cómo narices entró en ella), el cine español sin ir más lejos está plagado de intérpretes de teatro que al pasar a la pantalla eliminan cualquier gesto superfluo, algunos incluso mejoran, como Mercedes Sampietro. En resumidas cuentas, que no lo entiendo, que se ve que debo estar muy ciega o muy tonta, pero que no, que ni en una tarde tonta de domingo vuelvo a ver algo suyo si puedo evitarlo.