21.8.05

Dios

Te echo de menos, Billy, no sabes cuánto. Echo de menos que saques a Jack tan guapo y honesto que luego sueñe con él lo que no está escrito. Y tus guiones de precisión suiza, en los que el timing es tan brillante y natural al mismo tiempo que ni lo notas. Necesito de nuevo la caña que le dabas a los que están podridos de dinero y poder o mata(ría)n por estarlo, y que vuelvas a ayudar a Marilyn como sólo tú y Olivier lo hicisteis. Y cómo nos dejaste ver por una rendija las carnicerías sin pudor que Hollywood practica con los olvidados. Pero sobre todo echo de menos ese amor tan cercano y tan enorme al mismo tiempo, ese que un día se decide encerrar bajo siete llaves, porque es tan indefenso, tan frágil, que no soporta el contacto con el exterior. Y es que tenía razón Trueba, coño. Tú, a diferencia de Dios, nunca defraudas...