La ópera francesa, al igual que la rusa, carece de una gran figura rutilante como Mozart o Verdi (Bizet sólo escribió una gran obra, si es eso lo que estáis pensando, listosss), y sin embargo cuentan con algo tan valioso como eso: la inmensa mayoría de sus autores son auténticos maestros de la expresividad y de la armonía, tal vez porque ambas lenguas juegan continuamente con infinidad de sonidos, de matices en la fonación, que ejercitan su oído en la diversidad y en la búsqueda de la emisión perfecta. Así, mientras por ejemplo Verdi puede basarse en un libretto infumable (léase "Un ballo in maschera" o "Il trovatore") y escribir obras grandiosas, en Francia optan por la calidad para sostener sus obras, como el Werther de Goethe, el Cid de Corneille y, por supuesto, Shakespeare. Y aquí es donde empiezo a babear. Mi maravillosa hermanita consecutiva me ha obligado (voy fatal de tiempo, y el compositor no es de mis preferidos) a ver (sí, en DVD) el "Roméo et Juliette" de Gounod, en versión de Alagna y Vaduva, dirigidos por Mackerras. No hay palabras (o al menos yo no las encuentro, ;-p) para describir toda la belleza, la ternura y la pasión que han desfilado por delante de mí. Ni metiendo Tú y yo (versión de Charles Boyer, please)+Cyrano de Bergerac+El fin del romance... en una batidora logras algo parecido, hasta la puesta en escena era una puta maravilla, todo cronometrado al milímetro, perfecto, coño, perfecto... y un nivel, musical y de canto, bueno hasta decir basta. Yo que hasta ahora tenía aborrecido a Alagna (el tenor) estaba sin aliento, clavaba las notas como Dios, y Vaduva era impresionante, afinación pluscuamperfecta, y a nivel de actuación, de verdad que nunca he visto, y muchísimo menos en una ópera en escena, TANTA química entre dos personas (bueno, sí, una vez, pero no viene al caso), me he perdido la mitad de la música por verles amarse (de hecho me da en la nariz que estaban liados, si no es que no se explica, pas du tout) Así que ya sabéis, amig@s de las lloreras de calidad, si queréis meteros un chute de ivresse pura en vena, haceos con el vídeo como mejor os parezca. Yo por mi parte me largo a volver a verla enterita, y sola, para poder estremecerme a gusto.
["Ah, lève-toi, soleil!", Romeo et Juliette, Gounod]