Me gusta ver las planchas de metal oxidadas. Los ventiladores de la calefacción. Azulejos polvorientos. Las paredes de las casas derruidas. Los cementerios de coches. Las chatarrerías. Los camiones viejos. Las tiendas cerradas tiempo atrás, especialmente las de antes de palmarla Franco. Las fuentes secas. Los terrados de adobe rojo. Señales de tráfico torcidas o caídas. Trozos de carretera aislados entre autovías relucientes. Las presas de los pantanos. Maderas despintadas y sin barniz. Escalones de granito desgastados y oscuros de tanto pisar. Cosas de plástico en medio de la nada, devoradas por el sol. Los chamizos que se hace la gente en sus parcelitas de campo. Los grafittis de los muros del tren al llegar a Madrid. Las máquinas expendedoras que no llevan monitor electrónico. Las puertas repintadas de esmalte plateado con goterones. Las persianas del casco antiguo de cualquier parte. Jirones de carteles. Los sacos de grava, cemento, arena... Las hormigoneras pequeñas. Los libros de Ediciones Rtve con la encuadernación rota y el papel áspero y amarillento. Todo lo que no sea nuevo.
6 comentarios:
Ya decía yo que esa fijación tuya por hombres mayores tenía que tener alguna explicación...
;-P
Si es cuestión de que te atraen los vejestorios no entiendo por qué no te pasas un día por la secta. Tenemos una buena colección : p
Besos y cosas, viejas,
AL.
Anda y que sus den a las dos, ¡¡brujas!!
XDDDDDD
Muuuuuuaks.
Me gustan las rejas centenarias, esas que van sin soldar y utilizan únicamente grapas para estar unidas.
Besooo
Edu
Pero... ¿Tengo o no tengo razón?... tsk : p
AL.
Eduardo, eso se me había olvidado!
AL,
:-P
:-P
:-P
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