Recuerda, flor, el riesgo en el que
incurres al subir a cualquiera a los altares nada más conocerle.
Aparte del más obvio (el dolor de espalda), la probabilidad nos dice
que en el 87,4% de los casos a esa persona le corresponde una altura
media, entre el cielo y el infierno, de manera que será más ángel
o demonio según las circunstancias, pero ni una cosa ni la otra. Por
eso, para evitar malas caídas, florecilla, para no recoger (tantos)
platos rotos, limítate a observar, date y dale tiempo, escucha con
respeto pero sin idealizar, tu corazón no es el único órgano útil
de tu cuerpo, pero sí el más vulnerable. Un poco de cerebro antes
de lanzarte bastará.
1 comentario:
¡Y que no te se olvide!
Welcome back, florecilla!
48 psstdec
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